Pou-pourrait de reflexiones sobre cualquier tema de actualidad. El autor no garantiza tener mucha idea sobre lo que está hablando.

25.8.06

Racistas son los otros, por supuesto

El pasado 16 de agosto, los pasajeros de un vuelo de Málaga a Manchester exigieron, y lograron, que bajaran del avión dos personas cuyos "delitos", dicen los informantes progresistas de El País, eran "tener rasgos paquistaníes, hablar árabe, ser jóvenes y no vestir sandalias y ropa veraniega como el resto del pasaje, sino gruesos jerséis y cazadoras de cuero"

[...]la reacción defensiva de los pasajeros del vuelo de Málaga es como mínimo comprensible y, sobre eso, legítima.[...]

No hay racismo alguno en sacar las consecuencias de este hecho y menos aún en hacérselo saber a los propios musulmanes. Más bien es un deber cívico. Racismo es pensar que algunos seres humanos, como los musulmanes, no son capaces de darlo. Si se quiere vivir en una sociedad libre y civilizada, habrá que aceptar sus reglas y comprometerse públicamente en su defensa.

El artículo completo de este humorista de medio pelo está, por supuesto, en LD. Sobran los comentarios.

Quitando estatuas

El Gobierno acaba de retirar una estatua de Franco que estaba situada enfrente de la Academia Militar de Zaragoza y, como viene siendo habitual, el PP (esta vez, por boca de Arias Cañete) no ha tardado en salir a criticarlo. Como de costumbre, una reacción bastante poco inteligente.

¿Nunca se han preguntado por qué, si el Gobierno esta tan interesado en quitar las estatuas del dictador, lo hace por fascículos, como las colecciones de Planeta Agostini? Porque la respuesta es evidente: el Gobierno conoce perfectamente lo que dirá el PP, y le viene de perlas tener estatuas en la manga para, de vez en cuando, desviar el debate, taparse un poco las vergüenzas y hacer que el PP aparezca como el defensor de las esencias franquistas.

Si en el PP hubiera vida inteligente, optarían por no criticar la medida, apuntarían que a la mayoría de los españoles les da bastante igual (lo cual se acerca mucho a la verdad) y pedirían que, si el Ejecutivo va a quitar todas las estatuas, lo haga de una vez, que tiene cosas más importantes de las que ocuparse. Y quedarían más o menos bien a ojos de la opinión pública.

Sin embargo, parece que los ideólogos del PP piensan que, si no critican la medida, van a cabrear a esa parte de sus bases que proviene del franquismo sociológico. Un error, a mi entender. A la derecha del PP no hay opciones viables, y sus votantes lo saben. Muchos de los que hacían el saludo romano en la plaza de Oriente hace 35 años votan al PP ahora, probablemente más por el asco que le tienen a la izquierda que por el amor que le tengan al PP, pero le votan. Y no van a dejar de hacerlo. Quienes si van a dejar de votarle, si siguen haciendo el payaso, son esos votantes moderados y centristas que te dan la victoria en unas elecciones generales.

PD: todo esto no quiere decir que me oponga a la retirada de las estatuas. De hecho, la apoyo. Y para los que dicen que es historia y blablabla, les recuerdo dos cositas: que para recordar la historia están los libros y no las vías públicas, y que si ningún ayuntamiento de una ciudad seria le pondría una estatua a Franco ahora, es que las estatuas no deberían estar ahí.

18.8.06

Monseñor Cañizares

Antonio Cañizares es un hombre peculiar, que sale periódicamente en los medios de comunicación criticando los peligros que acechan a Ejjpaña, tales como el matrimonio gay o los nacionalismos. Cualquiera diría que se equivocó de vocación y, en vez de servir a Dios, debería calentar uno de los asientos del Congreso de los Diputados entre sus compis del PP.

Cuando leí su última propuesta, pensé inmediatamente en escribir un post al respecto. El problema que me surgió fue que, de tanta risa que me provocaba, no conseguía hilar algo coherente. Así que he optado por pasarle la pelota a un blog muy interesante, que recomiendo a mis exiguos lectores.

En fin, al grano. Esta es la noticia: Cañizares reclama la presencia de crucifijos en los edificios públicos y este es el blog: Periodismo Incendiario. Que lo disfruten.

Imagine...

Imaginemos por un momento que Zapatero, argumentando que actua de acuerdo con los poderes constitucionales de la presidencia del Gobierno, dicta una serie de medidas, y posteriormente un juez dicta que esas medidas son ilegales porque suponen una violación de la libertad de expresión, del derecho a la intimidad, de la separación de poderes y de varias leyes vigentes. No es complicado ver la previsible reacción de medios como LD o de plataformas de blogs derechosas como Red Liberal. Supongo que liberticida sería el calificativo más suave.

Bueno, pues algo parecido ha ocurrido, aunque el sujeto cambia ligeramente: ayer por la tarde, una juez del Tribunal del Distrito de Illinois dictó que el programa de escuchas domésticas de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, ordenado por el presidente Bush después del 11-S, era inconstitucional porque violaba la Primera Enmienda (que protege, entre otras cosas, la libertad de expresión), la Cuarta Enmienda (que prohibe los registros e incautaciones injustificados) y la ley FISA (Foreign Intelligence Surveillance Act de 1978) .

Pero no esperen que los medios antes citados, que tanto suelen llenarse la boca con su defensa de las libertades, hayan dicho algo. De hecho, en LD no he encontrado noticia alguna al respecto (ni hoy ni ayer) y tampoco he encontrado algún blog "liberal" que se haga eco de la noticia. Lo cual es una prueba más del Teorema del Mandril: la frecuencia con la que un periodista, blogger o medio de comunicación alude a su defensa de las libertades es directamente proporcional a las ganas que tiene de atizarle a cualquier gobierno de izquierdas e inversamente proporcional al esfuerzo que pondrá en criticar cualquier cosa que siga el ideario conservador o neoconservador.

11.8.06

Que talento para la propaganda...

Saquen los remos, señores. Que es probable que, con la baba que suelta la derecha libegal cada vez que sale esta mujer por la tele, terminemos teniendo que movernos en barca.

En fin, al grano. Parece ser que Esperanza Aguirre acaba de suprimir el Consejo Audiovisual de Madrid para, y cito textualmente a Libertad Digital, "situar a Madrid en la vanguardia de las libertades públicas".

Wow. Que gran mujer y como cuida de todos nosotros. Oyendo eso, cualquiera diría que el consejo de marras es algo comparable a, no see, el Tribunal de la Inquisición o las Schutzstaffel, vulgo SS. Pues no, amigos, la realidad es diferente. En realidad el Consejo Audiovisual de Madrid es un órgano muy importante que se dedicaba a, esto, mm, lo tengo en la punta de la lengua... Bueno, no se, no se le conoce actividad alguna desde que lo montó Ruiz-Gallardón, pero debía ser importante, ¿no?

Ah, sí, ya caigo. El Consejo Audiovisual de Madrid era un órgano que, por ley, tenía que hacer un informe previo a la adjudicación de licencias de televisión y radio, informe que, por no ser, no era ni vinculante. Informe que el gobierno de Espe se "olvidó" solicitar cuando decidió repartir licencias de televisión a troche y moche, aunque respetando la pluralidad, como no podía ser de otra manera. Los agraciados, entre otros, fueron Jiménez Losantos, Intereconomía (editora de Época, panfleto sin par), la Conferencia Episcopal, el Arzobispado de Madrid y el Grupo Planeta (editores de La Razón y Onda Cero). Ahí lo tienen. Toda la pluralidad posible entre la derecha más carca y la derecha carca a secas.

La verdad es que es complicado de entender. Me resulta difícil saber que libertades públicas anulaba un órgano que no ha hecho nada (ni siquiera lo que, por ley, estaban obligados a hacer) en los pocos años que llevaba funcionando. A no ser que la libertad de darles licencias a los colegas que besan el suelo por donde pisas sin que nadie te diga ni mu sea una más de las libertades públicas, en cuyo caso me callo.

Más noticias americanas

Parece que pintan bastos para los republicanos. Según una encuesta de Asociated Press, el índice de aprobación de George Bush sigue acercándose a su coeficiente intelectual: el porcentaje de votantes que aprueban el trabajo del presidente es un irrisorio 33%, mientras que los que lo desaprueban suman el 57%. Por otra parte, el índice de aprobacion del trabajo del Congreso es peor todavía: el 29%. Expertos de todos los colores comentan que no habían visto unos índices tan malos desde 1994, cuando los demócratas perdieron el control de ambas cámaras del Congreso en las elecciones legislativas de aquel año.

A ver si es posible que, con el viento a favor, los demócratas eviten hacer el canelo y puedan conseguir una victoria sonada en las legislativas de noviembre. Algo que sería un buen paso para recuperar la Casa Blanca en el 2008. Suponiendo que no les de por nominar a Hillary Clinton, claro. Algún moderado como Evan Bayh o Mark Warner es una baza mil veces más segura.

9.8.06

Una de política americana...

Desde hace bastante tiempo sigo con interés las noticias que llegan desde los EEUU sobre las elecciones legislativas que se celebrarán a principios de noviembre de este año. En dichas elecciones se renuevan los 435 miembros de la Cámara de Representantes (con mandatos que durarán dos años) y un tercio de los miembros del Senado (con mandatos que durarán seis años). Actualmente ambas cámaras tienen mayorías republicanas, aunque no demasiado amplias: 231 -202 en la Cámara y 55-45 en el Senado. En ambas cámaras hay dos miembros independientes, aunque a efectos de control están vinculados con los demócratas, así que los he incluido en los números anteriores.

En la mayoría de las elecciones de EEUU (y estas no son una excepción) los candidatos se eligen en elecciones primarias, cuyas reglas varían según los estados, aunque lo más comun suelen ser las llamadas primarias cerradas, donde únicamente las personas censadas como miembros del partido votan los candidatos de ese partido.

Pues bien, anoche se conocieron los resultados de una de las primarias que más tinta ha hecho correr: las de los candidatos al Senado por Connecticut, un pequeño estado de Nueva Inglaterra (costa noreste de EEUU). En esta elección se enfrentaban Joseph Lieberman, el actual senador y antiguo candidato a la Vicepresidencia (en las elecciones del año 2000, con Al Gore como candidato a la Presidencia) y Ned Lamont, un multimillonario sin experiencia política previa.

Normalmente las primarias en EEUU suelen ser meros trámites cuando un cargo electo busca de nuevo la nominación del partido. Como anécdota, desde 1980 sólo cuatro senadores han perdido elecciones primarias (frente a unas doscientas elecciones al senado), mientras que si miramos las primarias presidenciales, ningún presidente en el cargo las ha perdido desde que se celebran en todos los estados (aunque Harry Truman y Lyndon Johnson se retiraron de la carrera al obtener malos resultados en la primaria de New Hampshire, la primera que se celebra).

Sin embargo, la de ayer no fue una primaria típica. Joe Lieberman lleva bastante tiempo siendo blanco de críticas por su defensa de la guerra de Irak y de la política exterior del presidente Bush, algo bastante peligroso en unos tiempos en los que la popularidad de Bush está en niveles tóxicos y cuando los propios candidatos republicanos se apartan del presidente como gatos escaldados. Un candidato republicano al Senado por Maryland decía hace poco off the record que en estas elecciones la R republicana es la letra escarlata, un baldón bastante negativo.

En respuesta a esa cercanía de Lieberman a las políticas de la Casa Blanca apareció la candidatura de Ned Lamont, con una plataforma progresista y contraria a la guerra de Irak. En un principio nadie daba un duro por él, pues resulta bastante complicado que un senador en el cargo, con tres veces más fondos de campaña, un índice de popularidad decente (aunque más alto entre los votantes republicanos que entre los demócratas) y el respaldo de la mayoría de los moderados del partido, con Bill Clinton a la cabeza, pudiera perder unas elecciones primarias frente a un candidato semi-desconocido. Sin embargo, ayer el milagro se produjo y Lamont ganó las primarias del partido con un resultado ajustado: 52% - 48%.

Queda por ver ahora que va a hacer Lieberman, que ya anunció en su momento que si perdía las primarias se presentaría como independiente (todo un caballero, el hombre). De cumplir su amenaza, las elecciones al Senado por Connecticut se convertirían en una partida a tres bandas: Lamont, Lieberman y Schlesinger, el candidato republicano, en la que cualquier cosa puede pasar teniendo en cuenta que no se requiere una mayoría absoluta. El punto gracioso va a ser la desesperación de los republicanos: cuando cualquier partido desearía ver como su oponente presenta más de un candidato, a los republicanos les han pillado con el paso cambiado, pues acaba de salir a la luz que su candidato le han echado de varios casinos por problemas con el juego. Las últimas encuestas no le dan ni un 15% de los votos en una carrera a tres bandas.

De todas maneras queda por ver que Lieberman prosiga con su candidatura. No sólo no va a tener el apoyo de ningún cargo del partido, sino que va a recibir bastantes presiones para que se retire, pues los votantes demócratas ya han elegido a su candidato y no es él.

EDITADO: Al GEES (Grupo de Estudios Estratégicos), conocido think tank con simpatías por la política republicana, no le ha gustado el resultado de las primarias. Según se lee en su artículo, han caído sobre el tópico que los fans de Lieberman llevan meses usando: comparar a Lamont con George McGovern, el candidato contrario a la guerra de Vietnam que en 1972 perdió de una manera aplastante contra Richard Nixon. No deja de ser curioso que todos los intelectuales derechosos (aquí y allí) le tengan tanto cariño a Lieberman. Debe ser que su seguidismo de las políticas de Dubya no es simple paranoia izquierdista.